miércoles, 14 de agosto de 2013

VIVENCIAS Y ANÉCDOTAS


Cuando yo era chiquita, vivía en el campo y allí había cría de corderos, yo les enseñaba a cabecear para que den topetazos, les daba un empujón para que ellos me den golpes con su cabeza. Esos cachorros aprendían muy rápido y no se olvidaban porque después de grandes también daban esos topetazos.
 A los pollitos les enseñaba con mi dedo a picotearme. A mí me encantaba jugar con ellos.

Lorena Apaza Yucra
1er. C Esc. 3 DE 18



Hace tres años  tenía una perrita llamada Estrella que la encontré en una plaza.
Era pequeña, estaba sola, mojada, sin comer nada, ella se acercó a mí, yo la tuve que  adoptar, me encariñé con tan solo acariciarle. ¡Me dio tanta ternura!
Ella era de pelo castaño, de ojos claros, un poco chaparrita. También era muy obediente y traviesa.
Tania Torrejón
Esc. 22 DE 18
 
Hace varios años mi marido iba mucho a pescar, ¡y se traía cada bicho!. Por ejemplo: teros, pájaros, patos y también tres gansos chicos que los criamos hasta que fueron grandes. mi hija Romina les pegaba un chiflido y salían corriendo a la calle a comer pasto, pero había días que andaban a los picotones.
María Britos
 2do C Esc 22 DE 18
 
Yo tenía un perro desde los dos meses hasta los doce años, y se perdió. Lo buscamos por todo el barrio, todos lo extrañamos y nunca más lo encontramos.
Ya hace cuatro años y siempre miro a todos los perros parecidos, pero nunca más lo encontré ni vivo, ni muerto.
Lo extrañamos mucho, se llamaba Lobo, era un perro policía.
Irma Casaluti
Esc 22 DE 18
 
Yo en esta vida tan infeliz buscaba un motivo para llenar mi vida de alegría. Buscaba una mascota para poder jugar, para divertirme, cuando de repente vi una casa que decía: SE REGALAN PERRITOS, me acerque y le dije: -¿por favor señora me puede regalar un perro?
Me quedé feliz, me regalaron una perra hembra. No me quejo de nada, la perra era negra, con manchas marrón y apenas abría sus ojos. A los dos días, la bañé, hacía frío, temblaba, nos fuimos a mi cama y miramos tele juntos. Empecé a sentir que mi vida había cambiado, era todo feliz para mí, me acompañaba al colegio, se sentaba en la puerta de mi aula esperando a que yo salga, luego nos íbamos al río, jugábamos.
Tenía que aceptarlo la perrita era muy inteligente, le puse de nombre Perlita porque era muy especial, era muy juguetona y loca, solo pensaba en jugar y jugar.
Cuando se acercaban personas extrañas, no las dejaban entrar a la casa, los quería morder, de repente se acercó un auto a la casa, ella empezó a ladrar en las ruedas, el conductor lo atropelló, yo me acerqué para verla, pero lamentablemente había muerto.
Empecé a llorar, la abracé, no quería largarla, me sentí muy mal.
Todo había vuelto como antes, me llené de soledad, desde aquel día pasó mi vida triste y muy mal.
Mi pensamiento es: nunca voy a volver a tener una mascota como Perlita.
                                                                                                                           Gustavo Roca Suarez
                                                                                                                                 Esc 22 DE 18

 
Nélida Gandulla
Esc 7 DE 18
 

 
Una vez que se sacaba la leche de las cabras se juntaba tres o cuatro días. Todos los días se hervía para que no se fermente porque no había heladera para guardarla, entonces siempre quedaba colgada en un gancho en la pared de la cocina.
En una de esas se cayó una víbora a la olla por tomar la leche y se quedó ahí.
En la noche se puso a hervir la leche y…¡salió la víbora!   
Eso le pasó a mi abuela en Sucre Bolivia.

                                                                    Olga Cruz
                                                                    Esc 3 DE 11


En el campo de los tíos mi tía Amelia fue a ordeñar la vaca, mi tío Bienvenido tenía criadero de avestruces cuando nosotros esperábamos la leche cuando en un abrir y cerrar de ojos vino el avestruz y le sacó de un golpe sus pendientes. Luego mi tía lo llamó a mi tío, este trajo su látigo e hizo un golpe con ruido y el ave salió huyendo como el viento y con el pendiente dentro.
                                                                  Raquel N
                                                                  Esc 3 DE 11                              

Cuando fui al pueblo de mi papá, que se llama Santiago de Machaca, yo estaba en la calle y vi un toro. Me escapé y subí a una pared pero al otro lado de la casa había un perro que me ladraba. Tenía miedo, no me bajé hasta que llegó un tío.
                                                                            Marcos Antonio Catacoro
                                                                            Esc 3 DE 11